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Catequesis
Mariana II
Congregación para el Clero. Vaticano
6. SÍMBOLO DE LA CRUZ
Y DE LA LETRA M
-
Madre de Dios - Madre del hombre
I.
EXPOSICIÓN BREVE
El
símbolo de la Cruz y la letra M unidas, es la expresión plástica que la
Medalla Milagrosa nos ofrece de la unión de Jesús y María en la obra del
nacimiento y desarrollo de la vida divina en nosotros. Esta unión de Jesús
y María nunca pudo ser más estrecha que cuando Jesús se hacía hombre en
el seno de María, cuando la hacía Madre de Dios. Pero fue manifiesta y
plena "al unirse María con lazo indisolubre a la obra salvífica de su
Hijo" (SC 103)
Precisamente
por ser Madre de Dios, María es nuestra Madre en el orden de la gracia. El
Concilio dedica tres números de su capítulo sobre la Virgen (LG 60, 61,
62) a confirmar la unión de María con Jesús en la obra de nuestra
salvación, en la empresa del nacimiento y desarrollo de nuestra vida
espiritual.
II.
LECTURA DE LOS ESCRITOS DE SANTA CATALINA LABOURÉ
-
Después de haber contemplado este cuadro (el anverso de la Medalla), me
pareció que daba vuelta. Fue entonces cuando vi el reverso de la Medalla.
Inquieta por saber lo que había que poner en el reverso de la Medalla, un
día, después de muchas oraciones, en la meditación, me pareció oír una
voz que decía: "La letra M y los dos Corazones dicen bastante
..."
III.
CATEQUESIS DEL PAPA SOBRE LA SANTÍSIMA VIRGEN
-
La
contemplación del misterio del nacimiento del Salvador ha impulsado al
pueblo cristiano no sólo a dirigirse a la Virgen Santísima como a la
Madre de Jesús, sino también a reconocerla como Madre de Dios. Así
pues, al proclamar a María "Madre de Dios", la Iglesia desea
afirmar que ella es la "Madre del Verbo encarnado, que es
Dios". Su maternidad, por tanto, no atañe a toda la Trinidad, sino
únicamente a la segunda Persona, al Hijo, que, al encarnarse, tomó de
ella la naturaleza humana. (Catequesis del Papa, L'Osservatore Romano n.
48, 29 noviembre 1996 - María, Madre de Dios)
-
María
asociada a la victoria de Cristo sobre el pecado de nuestros primeros
padres, aparece como la verdadera "madre de los vivientes". Su
maternidad, aceptada libremente por obediencia al designio divino, se
convierte en fuente de vida para la humanidad. (Catequesis del Papa,
L'Osservatore Romano n.38, 20 septiembre 1996 - María, nueva Eva)
IV.
LECTURA DE LA PALABRA DE DIOS
V.
PARA LA REFLEXIÓN
1.
¿Cómo María es Madre de Dios y Madre de los hombres? Explícalo.
2.
María y Jesús estuvieron unidos en la vida. ¿Estas unida/o de verdad a
Jesús y a María?
3.
¿Por qué hoy se hace difícil que los hombres estén unidos por el amor,
por los corazones?
¿Qué
lo impide?
4.
¿Cómo cooperas en la obra de la salvación?
Fuente:
clerus.org
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