La moral mariana

María, ejemplar de virtudes

Congregación para el Clero. Santa Sede Vaticano

 

El primero y principal modelo para imitar es Jesucristo Nuestro Señor. Y después de él ninguno está tan al alcance de Dios y de los hombres como su santísima Madre, dechado de toda rectitud. Por eso debemos conocerla y estudiarla, no solamente en sus misterios, como ya lo hemos hecho, sino también en su vida, ya que ella es la traducción visible de esa gracia invisible de Dios en ella. Para conocer la persona y las virtudes de la Virgen, hay que acudir a los datos que de ella nos proporcionan los libros sagrados, de manera especial los evangelistas San Lucas y san Juan, así como también a los escritos de los santos Padres y a las buenas biografías de Nuestra Señora. 

Fuente: clerus.org