La moral mariana

El Carmen y su Escapulario

Congregación para el Clero. Santa Sede Vaticano

 

En esta popularísima advocación se honra la devota tradición según la cual el profeta Elías vislumbró desde el Monte Carmelo, en la visión de la pequeña nube que luego se convirtió en fecundo nubarrón que a su vez derramó abundantes lluvias sobre la tierra reseca de Israel (l Re l8, 42-45), la imagen de la Virgen Madre de Dios, Inmaculada y Fecunda a la vez; también se honra la devoción del Escapulario o Hábito de la Orden del Carmen, al que según tradición propagada por dicha Orden, van adjuntos dos privilegios: uno, el que promete la salvación eterna a quien muera llevando dignamente dicho Escapulario o Hábito, y otro, el llamado "sabatino", que consiste en la pronta liberación del purgatorio para los que, habiendo vivido según el espíritu de la regla del Carmelo y cumplido fielmente con las obligaciones inherentes, murieran vestidos del mismo hábito que, para facilidad de los fieles seglares se reduce a dos pañitos unidos con dos cordones, de manera que uno vaya sobre el pecho y otro sobre la espalda. Los papas, Pío XI, y Pío XII refrendaron esta devoción, tan propagada en todo el mundo, especialmente en el ambiente hispánico y latinoamericano 

Para tener el privilegio de la salvación eterna, se necesita llevar devotamente el escapulario, una vez impuesto por un sacerdote facultado para ello. "Devotamente" significa "cristianamente", por lo cual quien presuma que por el único hecho de llevar el escapulario, si a ello no acompaña una vida piadosa, se va a salvar, estará en un error. Para tener el segundo privilegio que es la pronta liberación del purgatorio, se requiere el fiel cumplimiento de los deberes del propio estado - castidad según su estado - y el rezo del Oficio Divino. Esta última práctica suele conmutarse a los seglares por determinadas oraciones vocales, como siete padrenuestros, etc. 

Hay otras advocaciones similares que usan también del escapulario, como la de las Mercedes, propagada por la Orden Mercedaria, devoción en la que se honra a Nuestra Señora "por el misericordioso amor, fuente de fuerza y redención hacia los afligidos por la esclavitud del pecado o por la barbarie de los hombres".

Fuente: clerus.org