La moral mariana

Devociones semanales: el sábado mariano

Congregación para el Clero. Santa Sede Vaticano

 

En el principio del cristianismo el sábado no estaba dedicado a la Virgen, sino a la memoria de la sepultura de Nuestro Señor Jesucristo. Hacía el siglo X empezó a dedicarse este día de manera peculiar a María, quizás por la importancia litúrgica que en ese tiempo gozaba en casi todas partes. La Iglesia asumió desde el siglo XII esa práctica y la consagró oficialmente en la liturgia, con la institución del oficio de la Virgen en los sábados. Se dice que el Papa Urbano II prescribió, o por lo menos recomendó la práctica de rezar el oficio en honor de la Virgen, por el feliz éxito de la Cruzada (lO95). 

La vinculación del sábado mariano a la liturgia se debe a la Orden de San Benito. Además del elemento litúrgico, existe gran variedad de prácticas populares muy extendidas en todo el mundo para honrar a la Virgen Santísima en los días sábados.

Merecen especial mención las propagadas por las Ordenes de los Servitas y de los Carmelitas, que consiste en celebrar la tarde sabatina con especiales cultos a Nuestra Señora, especialmente el canto de la "Salve". Los Dominicos inculcan la celebración de los "Quince sábados" anteriores a la festividad del Santísimo Rosario.

Fuente: clerus.org