La moral mariana

María en la liturgia de la Misa

Congregación para el Clero. Santa Sede Vaticano

 

Todos los días, durante la celebración del divino Sacrificio de la Misa, centro y culminación del culto cristiano, se hace mención de María Santísima: 

a) En el Canon (desde principios del siglo VI): "Conmemorando ante todo la memoria de la gloriosa y siempre Virgen María, Madre de Dios y Señor Nuestro Jesucristo"; 

b) En la Confesión o "Yo pecador" ("a la bienaventurada siempre Virgen María"); 

c) En la llamada "Apología" (Suscipe Sancta Trinitas), oración que antecede al "Orad, hermanos", y que se remonta al siglo XI o XII: "Recibe, oh Santa Trinidad esta ofrenda que te dedicamos en honor de Nuestro Señor Jesucristo, y de la Bienaventurada Virgen María y de todos los Santos, para que a ellos redunde en honor y a nosotros en provecho, etc." 

d) En la oración llamada "Embolismo" entre el Padre nuestro y la fracción del pan, en la que se dice: "...y por la intercesión de la santa y gloriosa Madre de Dios, siempre Virgen María... concédenos la paz en nuestros días...". e) Antes de la Reforma del Concilio Vaticano II, se rezaban al pie del altar las "Preces leoninas", en las que, en honor de la Virgen, se repetía tres veces el Ave María y luego se decía la Salve. 

El nombre de María se encuentra, pues, en todas las partes de la Misa, tanto en la Liturgia de la Palabra como en la Liturgia de la Eucaristía, y en los momentos más solemnes y esenciales de ella, cuales son el ofertorio, la consagración y la Comunión. 

Además de las partes fijas de la Misa, encontramos en las partes variables o "propios" innumerables "misas" en honor de la Virgen Santísima, bien sea en sus festividades universales o particulares, o bien como "misas votivas", entre las cuales la principal es indudablemente la Misa "de Santa María en Sábado". 

Fuente: clerus.org