La moral mariana

Las fiestas de la Virgen. Calendario mariano 

Congregación para el Clero. Santa Sede Vaticano

 

Intimamente relacionadas con el culto público, oficial o litúrgico de la Iglesia en honor de María Santísima, están las "fiestas litúrgicas marianas", días que en el calendario religioso dedica oficialmente la Iglesia a honrar la memoria de la Madre de Dios en sus diversos misterios, advocaciones, privilegios, etc. Así como es antiquísima la costumbre de la Iglesia de honrar con determinados días festivos la memoria de sus mártires, y más tarde la de todos los demás Santos, es también inmemorial la tradición de las fiestas marianas. 

La Dormición (recuérdese lo dicho a propósito de la Asunción de Nuestra Señora en la tradición litúrgica) fue indudablemente la fiesta más antigua que se celebró en el mundo cristiano en honor de la Madre de Dios. 

Podemos catalogar las fiestas del calendario litúrgico mariano en dos categorías: las fiestas universales y las fiestas particulares de determinadas regiones. Las universales a su vez difieren en solemnidad, generalmente según la dignidad del misterio evocado. He aquí el calendario Mariano Universal: 

Mes de Enero: Día l. El significado de esta fiesta es la Maternidad Divina de Nuestra Señora. 

Mes de Febrero: Día 2. La Purificación de Nuestra Señora. 

Día ll. La Aparición de Nuestra Señora de Lourdes. 

Mes de Marzo: Día 25. La Anunciación. 

Mes de Mayo: Día 3l. Fiesta de María Reina. 

Mes de Julio: Día 2. La Visitación de Nuestra Señora. 

Día l6. Conmemoración de Nuestra Señora del Monte Carmelo. 

Mes de Agosto: Día 5. Dedicación de Santa María de las Nieves o Santa María la Mayor, o la Virgen Blanca, etc. 

Día l5. La Asunción. 

Día 22. Inmaculado Corazón de María. 

Mes de Septiembre: Día 8. Natividad de Nuestra Señora. 

Día l2. Dulcísimo Nombre de María. 

Día l5. Nuestra Señora de los Dolores, o "Transfixión. Día 24. Conmemoración de Ntra.

Señora de la Merced. 

Mes de Octubre: Día 7. El Santísimo Rosario. 

Día ll. Maternidad de Nuestra Señora. 

Mes de Diciembre: Día 8. La Inmaculada Concepción. 

Otras festividades son:

l 9 de Julio, Nuestra Señora de Chiquinquirá 

l2 de octubre, Nuestra Señora del Pilar 

l2 de diciembre, Nuestra Señora de Guadalupe. 

Si a estas festividades añadimos las que cada Comunidad Religiosa Mariana celebra en su honor, y otras de gran raigambre popular, como la Milagrosa (27 de noviembre), Fátima (l3 de mayo), etc., encontramos que el Año Litúrgico está enriquecido con gran número de días dedicados a celebrar los privilegios de la Virgen Santísima, de manera que también podemos establecer que en la Liturgia Católica hay un auténtico "Año Mariano". Excelente ocasión para que el verdadero devoto de María dedique esos días a pensar en las grandezas de su Madre del cielo, formule sus mejores propósitos para demostrarle su

amor y admiración con una vida cristiana a toda prueba, y le pida fervientemente todas las gracias y auxilios espirituales y materiales que le hacen falta y que seguramente en ese día la Madre de Dios, en un nuevo alarde de su amor maternal, no dejará de alcanzarle. 

El Concilio Vaticano II nos ha dado un excelente resumen de los derroteros que ha de asumir el auténtico culto a Nuestra Señora, especialmente recomendando su característica litúrgica: 

"El Sacrosanto Sínodo enseña en particular y exhorta al mismo tiempo a todos los hijos de la Iglesia a que cultiven generosamente el culto, sobre todo litúrgico, hacia la Bienaventurada Virgen, como también estimen mucho las prácticas y ejercicios de piedad hacia ella, recomendados en el curso de los siglos por el Magisterio y que observen religiosamente aquellas cosas que en los tiempos pasados fueron decretadas acerca del culto de las imágenes de Cristo, de la Bienaventurada Virgen y de los Santos. Asimismo exhorta encarecidamente a los teólogos y a los predicadores de la divina palabra que se abstengan con cuidado tanto de toda falsa exageración como también de una excesiva estrechez del espíritu, al considerar la singular dignidad de la Madre de Dios. Cultivando el estudio de la Sagrada Escritura, de los Santos Padres y doctores y de las liturgias de la Iglesia, bajo la dirección del Magisterio, ilustren rectamente los dones y privilegios de la Bienaventurada Virgen, que siempre están referidos a Cristo, origen de todo aquello que sea de palabra, sea de obra, pueda inducir a error a los hermanos separados o a cualquiera otros acerca de la verdadera doctrina de la Iglesia".

Fuente: clerus.org