Distorsionada
la figura de María
Padre Tomás Rodríguez Carbajo
No
nos referimos a esos deterioros que han sufrido muchas imágenes en su
aspecto exterior, v.gr. poniéndoles unos ricos ropajes, cuando eran
esbeltas tallas; mutilando algunas imágenes sedentes, porque resultaban
poco estéticas una vez se les vistiese; ciertos retoques en la pintura que
aficionados con mejor intención que con técnica se han atrevido a hacer.
Nos
referimos a la concepción que algunos tienen de la Virgen, quienes bien por
ignorancia, bien por fanatismo nos dan una idea de María que no corresponde
para nada con la Madre de Jesús de Nazaret.
1.-
Falsas concepciones de María.
María
no es una muñeca:
-para
vestirla de ricos ropajes que ya quisieran tener muchas vedettes y mujeres
frívolas de nuestra materialista sociedad.
-para
encasillarla en ermitas o santuarios a donde acudimos en momentos aislados
de nuestra rutinaria vida.
-para
que se inspiren en Ella literatos para componer sus poemas, realizar sus
cuadros los pintores o sus obras los escultores.
-a
la que colocamos los más variados nombres y títulos como queriéndonos
agarra Ella y no hundirnos en el anonimato.
María
no es un talismán mágico, que llevándolo conmigo, me da "buena
suerte'! .
María
no es un ídolo en mi vida a la que nadie puede suplantar.
María
no es la "gatera" por la que pasan algunos para entrar en el cielo
a escondidas del Dios justo.
María
no es el "atajo" tortuoso y oculto que me acorta la distancia para
llegar a la meta.
María
no es la ",tramposa de Dios" que oculta entre sus ropajes a
quienes no quieren ser vistos por Dios.
María
no es el objeto de un sentimentalismo banal e innecesario.
María
no es la "competencia" que le ha salido a Dios para repartirse sus
adeptos.
María
no es la despilfarradora de las gracias que Jesús nos ha conseguido con su
muerte y resurrección.
María
no se presta a una devoción comercial en la que intercambiamos promesas por
favores; ritos y rezos por ayudas.
María
no nos quitara la cruz del sufrimiento, pero sí nos ayudará y alentará a
subir la cuesta del Calvario y a quedarse junto a nosotros.
No
buscar a María la de las "leyendas", sino la de la Historia de la
Salvación.
2.-
Auténtica devoción mariana.
María
es Madre de Dios, pero no tiene autoridad absoluta. sobre El, pues, es una
criatura, aunque tiene un gran poder de intercesión.
En
María no sobresale ninguna virtud a costa de Cristo, pues, siempre la tendrá
en grado inferior.
María
exenta del pecado original no tiene las secuelas del mismo, es la "no
dividida", de esta manera tuvo una total receptividad respecto a Dios.
Las
prerrogativas con que se vio enriquecida r, María no fueron para sí misma,
para su gloria, sino condiciones necesarias para realizar mejor su vocación.
En
el N.T. a María nunca la encontramos aislada, sino entroncada con Cristo y
con la Iglesia.
María
entra a formar parte de la historia de Jesús, no de una manera accidental
sino esencial.
No
puede haber un dilema: Cristo o María, sino una conjunción: Cristo y María.
En
todos los misterios de fe María se manifiesta el Dios de la salvación.
María
es parte integrante del misterio de Cristo.
La
colaboración de María en la Redención es especial y única, pues, dimana
de su vocación excepcional de ser Madre de Dios.
María
es intercesora ante Dios, no suplente.
María
es la Madre, no la "madraza” que nos mima a espaldas de Dios.
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