El
misterio pascual ha efectuado en María su realidad plena desde su
Inmaculada Concepción a su Asunción en cuerpo y alma al cielo.
La
Asunción de María al cielo no le hace olvidar a sus hijos que quedamos
en la tierra.
María
asunta es un reclamo en el horizonte de nuestra vida.
María,
ya definitivamente glorificada, muestra en su propia persona a la
Iglesia lo que será la meta definitiva que ésta espera.
"El
dogma de la Asunción de María es un cántico de victoria y de
esperanza en medio de la oscuridad de nuestra noche".
La
Asunción de María es el mejor testimonio de la resurrección y del
poder maravilloso del Resucitado.
"La
Asunción corona en María todas las gracias recibidas de Dios".
(Florián Rodero y Antonio Izquierdo)
"Es
verdad que la Asunción es una gracia, pero como si el Señor se
sintiese "obligado" a premiar a su Madre con este don".
(Florián Rodero y Antonio Izquierdo)
"La
Asunción es una fiesta que invita a cosas grandes: A pensar en nuestro
destino". (Florián Rodero y Antonio Izquierdo)
"Era
necesario que aquella que en el parto había conservado ilesa su
virginidad conservase también sin ninguna corrupción su cuerpo
después de la muerte" (S. Juan Damasceno)
La
Asunción nos lleva a comprender mejor el sentido y el valor de la
peregrinación en esta tierra (Juan Pablo II)