Homilías sobre la Virgen María 

 

Padre Antonio Rivero L.C

 


Hoy terminamos la serie de charlas que hemos dado sobre la Santísima Virgen María. Hagamos un resumen de todo lo visto. Partíamos de una serie de preguntas.
(1) ¿Cuál es el puesto de la Virgen en el Plan de salvación de Dios?
Para ello, fuimos al A.T. y al N.T. Dios la unió a la misión de su Hijo Jesucristo. Y aunque Ella no es el centro, está en el centro, pues la hizo Dios Madre de Dios, y desde allí irradia su belleza y su gracia, sus virtudes: Virgen creyente, oferente, oyente, orante, evangelizadora.
(2) ¿De qué privilegios la adornó Dios a María, hasta el punto de que se han convertido para nosotros en dogmas que debemos creer?
- Madre de Dios.
- Inmaculada Concepción.
- Siempre Virgen.
- Asunta al cielo en cuerpo y alma.
Y junto a estos dogmas vimos también los títulos que se le han dado a María.
- Corredentora.
- Madre de la Iglesia y Madre nuestra.
(3) ¿Cuál es el puesto de María en la Iglesia?
María no está fuera de la Iglesia, sino dentro. Y Ella encarna el Ideal a quien debemos mirar, pues vive su misión dentro de la Iglesia con espíritu de disponibilidad y de servicio. Es la Estrella de la evangelización.
(4) ¿Cuál es el culto que damos a la Santísima Virgen dentro de la Iglesia?
Nunca de adoración.
Sólo el de especial veneración, por ser la Madre de Dios.
De este culto ha brotado la devoción a la Virgen, ya sea en la liturgia, ya sea en las diversas formas de piedad marianas.
Tiene que quedar bien claro que María no oscurece el puesto central de Cristo en la Iglesia ni en el culto litúrgico.
Tiene que quedar bien claro que la devoción a María está orientada a dar gloria a Dios, a imitar las virtudes de María, llevando una vida según la ley de Dios y el Evangelio de Jesucristo, de lo contrario no es verdadera devoción.
(5) ¿Cuáles son los ejercicios de piedad mariana de mayor raigambre en el pueblo cristiano?
- El Avemaría.
- El Ángelus.
- La Salve.
- La devoción a los 7 dolores.
- Y sobre todo el Santo Rosario, compendio del Evangelio.
(6) También hoy a nula pluma repasemos a modo de síntesis.
- ¿Cuáles son los gozos de María?
- ¿Sus dolores?
- ¿Sus glorias?
Termino con dos de las oraciones más famosas dedicadas a María: el Acordaos y bajo tu amparo: De San Bernardo de Claraval (XII)
• “Acordaos, oh piadosísima Virgen María, que jamás se ha oído decir que ninguno de los que han acudido a vuestra protección, implorando nuestra asistencia y reclamando vuestro socorro, haya sido abandonado de vos.
Animados con esta confianza, a vos también acudimos, oh Madre, Virgen de las Vírgenes, y gimiendo bajo el peso de nuestros pecados nos atrevemos a comparecer ante vuestra presencia soberana.
Oh Madre de Dios, no despreciéis nuestras suplicas, antes bien escuchadlas, y acogedlas benignamente. Así sea. 
• “Bajo tu amparo nos acogemos, Santa Madre de Dios, no desprecies las súplicas que te dirigimos en nuestras necesidades. Antes bien líbranos de todos los peligros oh Virgen Gloriosa y bendita”.
Es la oración mariana más antigua que se conoce se encontró en un papiro egipcio del siglo III.
Hay otras oraciones hermosísimas. Pero bastan estas para que tengamos una fuerte devoción mariana. Y que esta devoción afiance nuestro amor a Jesucristo, el Hijo de María.
Santa María Madre de Dios.
Ruega por nosotros.
Amén.

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