Tu mensaje en Lourdes

Padre Ramón Aguiló sj.

 

María, Madre muy querida del Universo Cristiano, Tú tienes muchos Santuarios esparcidos por nuestro mundo que es tan grande. Y todos ellos son como una afirmación de tu presencia bendita para que todos los hombres y mujeres puedan contemplarte, puedan hablarte y puedan conseguir tus bendiciones y tu Intercesión Poderosa. Tú has sido llamada la OMNIPOTENCIA SUPLICANTE.

Cuando Te estoy escribiendo este E-Mail, el Papa Juan Pablo II se halla en el Santuario de Nuestra Señora de Lourdes, que se alza sobre las rocas de los Pirineos en la parte francesa. El Papa ha querido ir a este Hermoso templo mariano, precisamente en los días en que la Liturgia Católica nos ofrece la Fiesta de la Asunción de Nuestra Señora, y, cuando estamos celebrando en este año, los 150 años de la Definición Dogmática de que Tú fuiste Concebida sin Pecado Original. Es lo que recordamos cada año el día 8 de Diciembre, en la Fiesta de la INMACULADA CONCEPCIÓN DE MARÍA. 

El Papa ha dicho que va a Lourdes como un Peregrino y como un Enfermo más. No quiere un trato especial. Está en Lourdes habitando en una casa humilde. Y celebrará unas pocas funciones religiosas propias de aquel Santuario. Recordando siempre el siglo y medio de la encantadora definición dogmática de que Tú han sido siempre INMACULADA, es decir, la que siempre ha estado y está sin Mancha.

LOURDES Y LA INMACULADA. Este hermoso Santuario Pirenaico es una especie de monumento a tu Concepción sin Pecado Original. Tú, María, desde el primer momento de ser concebida fuiste un templo vivo del Espíritu Santo. Nunca, en ningún segundo, fuiste una desterrada Hija de Eva.

Y esto queda claro en el mensaje de Lourdes.

Como sabes, Tú te mostraste a una pastorcita sencilla, inculta, pero buena que se llamaba MARÍA BERNARDA SOUBIROUS. Todo comenzó el 11 de Febrero de 1858. La niña salió en busca de leña y huesos, en compañía de una hermana suya y de una amiguita, que, inesperadamente la dejaron sola. Era el mediodía. La niña oyó un fragor que parecía el sonido de una tempestad y entonces, emocionada, dirigió espontáneamente su mirada hacia un hueco que había en uno de los picos roqueños, y contempló admirada que allí se encontraba una hermosa jovencita de su misma estatura. La jovencita tenía una cara de ángel, iba vestida de blanco, llevaba un ceñidor de color azul y sobre su rostro había un velo dulce y suave. Entre sus manos tenía un rosario. Y rezaba. Después desapareció. Y la Pastorcita regresó a su casa. Y se portó siempre con una gran humildad y prudentes silencios.

Tú, María, te mostraste a la pequeña santita dieciocho veces. Todo terminó el 16 de Julio. Pero, en tus manifestaciones, dijiste dos cosas importantes: 1. Le pediste a la niña que dijera a los sacerdotes del lugar que se construyera en aquel lugar una capilla, para que las gentes vayan hacia ella en procesión. La reacción de los experimentados curas fue dura. No le hicieron mucho caso a la niña. Y quisieron saber cómo se llamaba el misterioso ser que se le aparecía. 2. Tú, aprovechaste la ocasión para decirle a la niña una definición maravillosa. Exclamaste: “YO SOY LA INMACULADA CONCEPCIÓN”.

La Niña no sabía qué significaba aquello. Pasaron los días y las semanas. El día 16 de Julio, Fiesta de la Virgen del Carmen, Tú te manifestaste la última vez. Bernardita no te volvió a ver aquí, en la tierra.

Las Autoridades Religiosas un tiempo después de tus apariciones aceptaron la realidad: En la “Carta Pastoral con el juicio sobre la aparición que tuvo lugar en la Gruta de Lourdes”, dicen y afirman: “Juzgamos que la Inmaculada Virgen María, Madre Dios, se apareció realmente a Bernardette Soubirous el 11 de Febrero de 1858 y días siguientes, etc.” El Obispo que escribió esta Carta Pastoral demuestra su voluntad de levantar un Santuario en los terrenos de la Gruta”.

TU APARICIÓN Y EL DOGMA. Unos años antes de las apariciones, el Papa Pío IX, proclamó que la Doctrina sobre tu Inmaculada Concepción era Dogma de Fe, porque había sido revelada por Dios. Escribió al mundo entero una Bula, llamada “Ineffabilis Deus”, que lleva la fecha del 8 de Diciembre de 1854, y por tanto en el año 2004, se cumplen los 150 años de la Proclamación.

El mundo católico se dispone a celebrarlo dignamente, alegremente, porque todos Te queremos muchísimo. Parece, María, que tus manifestaciones en Lourdes y la definición de Tú diste de Ti misma, eran una segura firma de la Verdad de la Definición Dogmática del Papa Pío IX. Tus apariciones en Lourdes se realizaron a partir del 11 de Febrero de 1858, cuatro años después de la Definición Papal.

Es una enorme alegría, María, poder celebrar este 150 aniversario con diferentes formas y fiestas religiosas. El Papa Juan Pablo II ha comenzado los festejos en Lourdes. Y esto a pesar de su mal estado de salud. Todo el mundo ha podido ver cómo sufría de rodillas ante tu Imagen, querida Madre María. Y cómo estuvo a punto de desplomarse, mostrando un rostro desencajado y titubeando en sus movimientos como si fuera a caerse.

NUESTRA ALEGRÍA. Los fieles cristianos que Te queremos mucho, estamos acostumbrados a cantarte plegarias. Las cantamos en diferentes lenguas: por ejemplo, en latín “Salve, Regina, Mater Misericordiae…”, en castellano: “Oh María, Madre mía, Oh Consuelo del Mortal…” 

Las gentes que van a Lourdes suelen cantarte un himno, muy popular y que es muy fácil de recordar: “Ave, Ave, Ave, María / Ave, Ave, Ave, María…”

Después prosiguen en diferentes estrofas, traducidas a varias lenguas. Yo pongo aquí una para mostrarte, Madre, que eres nuestra Alegría:

“A una Pastorcita / la Madre de Dios / habló de sí Misma / con gran devoción. / Ave, Ave….”

“Vestía de azules / rezando el Rosario / Rosario de luces / Rosario de Amor. / Ave, Ave….”

María, me despido de este largo e-mail. Vamos todos a procurar que el mundo, que todo el Universo, celebre este año, la Alegría de la Definición Dogmática del Papa Pío IX, hace 150 años, mirándolo todo a través del Santuario de Lourdes, tu Santuario, el Santuario de la INMACULADA MARÍA.