Más que un Ángel custodio

Padre Ramón Aguiló sj.

 

Querida Madre Nuestra, María, yo no quiero decir que Tú seas un Ángel. Ni siquiera un Ángel Custodio, aunque los Ángeles son seres especialmente grandes y misteriosos porque han sido creados por Dios y realizan misiones más importantes que las que pueden realizar los seres humanos. 
 
Aunque también es verdad que los Ángeles y más en concreto los Arcángeles Te tuvieron un respeto muy especial, porque fuiste elegida para ser la Madre del Hijo de Dios hecho Hombre, que se llamó Jesús, como Tú muy bien sabes. Recuerdo el día de la Anunciación de la Encarnación de un Ser extraordinario, por el Arcángel San Gabriel. Tú recuerdas muy bien aquel día y la profunda impresión que te causó. Tenías y experimentabas la grandeza de aquella elección para que fueras esa Madre misteriosa y Divina. Y experimentaste tus dudas. Hasta que aceptaste claramente y humildemente la Voluntad de Dios. Dijiste “Yo soy la Esclava del Señor. Hágase en mí según tu palabra”.  
Eres grande, María. Eres la protectora de Jesús, la protectora de los Apóstoles, la protectora de la Iglesia a través de los siglos. ¡Cuántas veces cuando Él era pequeñito lo cogiste en tus brazos maternales para protegerlo de las embestidas del mal…!  
Más tarde has seguido sus pasos desde lejos, sin decir nada, observándolo todo, interviniendo algunas pocas veces. Estuviste a los pies de la Cruz, cuando Jesús moría destrozado. Y no abandonaste a los Apóstoles después de la Muerte, de la Resurrección y de la Ascensión de tu muy amado Hijos. Jesús. Te hemos visto todos presidiendo la reunión de los Apóstoles el día de la Venida del Espíritu Santo, la tercera Persona de la Santísima Trinidad, que iba a dar el impulso a la Iglesia que iba naciendo para conquistar al mundo pagano, idólatra, materialista. Era el gran Día de Pentecostés. Tú fuiste más que un Ángel Custodio. Fuiste un Ángel con el corazón de una madre. 
 
Después has desaparecido silenciosamente, has muerto, pero también has resucitado, y elevada al cielo por la corte angélica. 
 
Tú, Madre, para la Iglesia no estás muerta. Estás viva. Y yo diría que estás en todas partes. Y custodias a los cristianos de todos los países, que hablan todas las lenguas y se van sucediendo a través de todos los siglos. 
 
Mira, ¡qué hermosa realidad! Podríamos afirmar que en todas las iglesias y capillas, en todos los rincones, en todos los valles, en todos los montes, está tu imagen, para que todos recordemos que Tú también ayudas a los que están allí. 
 
Es algo que es imposible desarrollar completamente. Porque nunca podríamos terminar la exposición. Son miles y tal vez, decenas de miles, los lugares donde Te recuerdan a través de alguna imagen, de alguna invocación, de alguna historia, más o menos legendaria. Lo importante es que los fieles quieren mantener la conciencia de que Tú, María, eres su Madre y su Protectora. 
 
Voy a comenzar con un Santuario y una Imagen famosos. Vamos a ir a Zaragoza, una hermosa ciudad, situada junto a las aguas del Río Ebro. Tú seguramente durante tu vida en esta tierra, has oído hablar de la Nación Española. Y de una ciudad que entonces llevaba un nombre latino. Porque se llamaba Cesar Augusta. Precisamente de estas dos palabras ha nacido el Nombre tan hermoso como el de Zaragoza. 
 
Pues bien. En Zaragoza de España hay una basílica siempre muy visitada que llama la Basílica de la VIRGEN DEL PILAR. En esta basílica se venera una hermosa y sencilla imagen de tu personalidad. Se levanta sobre un pequeño pilar, o fragmento de piedra, que pueden besar todos los visitantes que así lo deseen. El pilar se ha ido desgastando por los besos de los que Te aman, y quieren ver tu imagen allí. 
 
No sabemos si es una historia verdadera o una leyenda piadosa. Se cuenta ya en algunos escritos antiguos que el Apóstol Santiago el Mayor, hermano de Juan el Evangelista, viajó hacia España para anunciar la nueva Ley de tu Hijo Jesús. Parece ser que Santiago habló de Jesús y de su Mensaje en varios pueblos de España. Llegó lo que ahora se llama Zaragoza y cumplió con su misión apostólica, pero no logró triunfar plenamente. Unos pocos se convirtieron al Cristianismo. Pero entre los demás nació el furor persecutorio. Santiago no tenía nada. Dormía en la soledad sobre unas pajas. Y parece ser que Tú, María, te hiciste visible al Apóstol, para darle fuerzas. Y le has pedido que en aquel lugar se edificara una capilla y que, en ella, se colocara el Pilar que te sostenía. 
 
Tú, según esta historia maravillosa, has volado silenciosamente a la Ciudad de Jerusalén, en donde estaba tu residencia y tu casita. Porque todavía no habías muerto, ni resucitado. Vivías en CARNE MORTAL. 
 
Este Santuario indica que todos hemos de luchar para que Jesús sea conocido y sea glorificado también en este mundo. Y que tu Presencia entre nosotros es una realidad invisible que en algunos momentos se vuelve completamente visible. Tú eres MÁS QUE UN ÁNGEL CUSTODIO. ERES LA MADRE ACTIVA DE LA IGLESIA. 
 
Cuando llega el 12 de los meses de Octubre, Zaragoza vive unas Fiestas llenas de algarabía y de espiritualidad. Y todos cantan una Canción que dice: BENDITA Y ALABADA SEA LA HORA EN QUE LA VIRGEN SANTÍISIMA VINO EN CARNE MORTAL A ZARAGOZA. BENDITA SEA POR SIEMPRE Y ALABADA. 
 
El Breviario que rezan los que han consagrado su vida a Cristo, tiene una hermosa Poesía de la que saco unos pocos versos: 
Esa Columna sobre la que posa 
Leve sus plantas tu pequeña Imagen 
Sube hasta el cielo: Puente, Escala, Guía 
De Peregrinos. 
 
Gracias, Madre, por tu Presencia Continua en la Historia de la Iglesia de tu Hijo. Tú eres la Madre de todos, y a todos nos ayudas MÁS QUE UN ÁNGEL CUSTODIO.