Abogada de los obreros

Padre Ramón Aguiló sj.

 

María, Madre querida de todos. También de los marginados que conocen tu Personalidad, y que muchas veces llevan sobre su pecho austero, peloso, una pequeña imagen que te representa. Tú sabes perfectamente lo que significa ser Obrero. Es un grupo social, que trabaja a veces muy duramente para conseguir los medios necesarios para poder alimentarse y alimentar a sus familiares. Los viste cuando pasabas por las estrechas calles de tu pueblo.  
TU FAMILIA OBRERA. Tú fuiste de una familia profundamente obrera cuando ya estuviste comprometida con José, el Carpintero. Y vivías en Nazaret. Tú experimentaste lo difícil que es conseguir una vida normal, tranquila, agradable. Tú escuchabas cada día a todas horas, los golpes incesantes de los martillos que golpeaban las maderas, para construir unos muebles sencillos, no tan sofisticados como los de ahora.  
Escuchabas el ruido de las sierras primitivas. Escuchabas las conversaciones de José con sus clientes. Verías cómo José, silenciosamente, sudaba. Y lo viste también sudar y trabajar, a tu Hijo tan querido, Jesús, el Hijo de Dios hecho hombre.  
Pudiste constatar la dureza de la existencia de los obreros y de las obreras. Tú has sufrido enormemente por todo ello.  
Tú has ido acumulando en tu corazón maternal, unos sentimientos maternales para todos aquellos que podríamos calificar de MIEMBROS HERIDOS DE UNA COMUNIDAD HUMANA.  
Tal vez, por ello, cuando te encontraste con Isabel, y has experimentado la inspiración poética que te ofrecía la realidad, pensaste en la gran Revolución, que se iba a producir en la historia del mundo, y de en todos los países que conocieran a tu Hijo. Lo que nosotros llamamos MAGNÍFICAT, es la expresión de un gran cambio, es la expresión del triunfo de los marginados sobre los ricachones.  
Declamaste así, con estas palabras, que ha conservado el Evangelista Lucas:  
“Engrandece mi alma al Señor y mi espíritu se alegra en Dios mi Salvador porque ha puesto los ojos en la humildad de su ESCLAVA. Por eso desde ahora todas las generaciones me llamarán Bienaventurada, porque ha hecho en mi favor MARAVILLAS el Poderoso. Santo es su nombre y su Misericordia alcanza de generación en generación a los que Le temen”  Y Tú, María, has sido inspirada por Dios, para que pudieras prever el futuro, cuando dijiste:  
“Desplegó [Dios] la fuerza de su brazo. DISPERSÓ A LOS QUE SON SOBERBIOS EN SU PROPIO CORAZÓN. DERRIBÓ A LOS POTENTADOS DE SUS TRONOS Y EXALTÓ A LOS HUMILDES. A LOS HAMBRIENTOS COLMÓ DE BIENES Y DESPIDIÓ A LOS RICOS SIN NADA” (San Lucas. Capítulo 1).  PROYECCIÓN DE ESTE AMOR A LOS OBREROS. Nuestra Realidad Histórica, María, ha ido proyectando tu figura, tu pensamiento y tus sentimientos amorosos hacia todos los pueblos. Y no ha cesado nunca de proyectarse. Lo ha hecho a través de todos los tiempos.  
Podríamos ir buscando las expresiones de las diferentes luces de tu gran corazón obrerista, que se encuentran en tantas partes con unas historias muy bellas, pero a veces complicadas y mezcladas con chispazos de leyendas.  
Hay un Santuario que se llama el SANTUARIO NACIONAL A LA VIRGEN DE LA CARIDAD. Y este Santuario está colocado en EL COBRE, que es un POBLADO MINERO, DE LA Provincia de Oriente en la Hermosa Isla de CUBA. Este Santuario fue consagrado a Dios en el año 1927.  
El nombre donde está situado este Santuario que proclama tu AMOR, ya indica que Tú has tenido una preferencia especial –Tu AMOR, TU CARIDAD- para los Obreros. Y precisamente los que trabajan en las Minas, los MINEROS, son los Obreros que trabajan en el trabajo más duro y más arriesgado de todos los posibles.  Parece que la imagen de esta Virgen llegó fortuitamente de la Nación Española. Todo sucedió como si Tú, María, quisieras que te conocieran y te amaran los habitantes de aquella Isla que ahora es una Nación Libre.  
Y, cuando los isleños quisieron conquistar su independencia, pensaban en Ti, María, Virgen de la Caridad y del Cobre, para que les protegieras y le dieras la victoria.  
Y así fue. También la Iglesia insistía en la veneración a un aspecto tan humano de tu Persona: La Madre, la Abogada Defensora de los Obreros.  
Hay que recordar también los que decía un Obispo a los cubanos: “La Verdadera Devoción a NUESTRA SEÑORA DE LA CARIDAD consiste en abstenerse de todo pecado, en imitar sus virtudes, en tributarle algunos obsequios, en frecuentar los santos Sacramentos y en hacer bien, con agrado y perseverancia, las devociones y demás cosas de su servicio”.  Yo me adhiero a la alegría de mis hermanos cubanos católicos gritando y cantando el Himno a la que quiso ser SANTA MARÍA DE LA CARIDAD DEL COBRE, PATRONA DE CUBA.  
Todo nuestro corazón, María, para los Obreros que sufren tanto. Como los amas Tú, su Abogada afectuosa.