Ahora dicen que tu hijo no es Dios
Padre Ramón Aguiló sj.
Nuestra
muy querida madre, María, hoy todos hemos experimentado un enorme
sufrimiento cuando hemos leído a través de los Medios de
Comunicación Social, que un famoso y conocido teólogo afirmó,
hace unos pocos años, que Jesucristo es solamente un SÍMBOLO DE
DIOS, no un DIOS VERDADERO.
Quiero
decirte que experimenté un dolor tan profundo que comencé a
llorar. ¿Por qué?
ÉSTA ES MI RESPUESTA. Un sabio teólogo, miembro de una
Orden Religiosa que lleva el nombre de JESÚS, ha publicado un Libro
que lleva como título “JESÚS SÍMBOLO DE DIOS”.
Este
Libro, según el parecer de las autoridades católicas, contiene
afirmaciones contrarias a la DIVINIDAD DE JESÚS, LA TRINIDAD, EL
VALOR SALVÍFICO DE LA MUERTE DE JESÚS, LA UNICIDAD Y LA
UNIVERSALIDAD DE LA MEDIACIÓN SALVÍFICA DE JESÚS Y DE LA IGLESIA,
Y DE LA RESURRECCIÓN DE JESÚS.
Además
parece ser que el Teólogo ha llegado a estas conclusiones al
basarse en un MÉTODO TEOLÓGICO IMPROPIO.
Dice que no hay que tener una grande y empedernida confianza
en la llamada tradición cristiana. Él afirma que la tradición
debe ser sometida a una crítica, como se exige en el campo científico
de nuestros tiempos.
Todavía
dice más, y a mí me parece esto muy atrevido. Dice que una Religión
no se puede considerar a sí misma el Centro al que todas las demás
Religiones tengan que orientarse. Dice también que los Dogmas de
Fe, en particular los relativos a Cristo, no deben descuidarse,
pero, piensa él, que no deben aceptarse y repetirse de una forma
acrítica. Porque –afirma- en nuestra cultura no tienen los dogmas
el significado de cuando fueron
elaborados.
La
Conclusión sería, según el moderno investigador, que hay que
hacer referencia a los Concilios Clásicos, pero también hay que
interpretarlos explícitamente para nuestro presente.
TODO COMO SI LA VERDAD ESTUVIERA SIEMPRE SUJETA A LA LEY DE LA
EVOLUCIÓN.
GRAVES ERRORES. ¿Qué te parece, María?
Cuando pienso que toda esta doctrina puede ser una realidad,
me estremezco. Porque las consecuencias serían terribles para todos
los aspectos de nuestra fe.
TERRIBLES
PARA JESÚS. Todo lo que se pueda decir, como consecuencia de la
enseñanza de ese hombre, aunque se llame Profesor o Doctor, se podría
resumir en una sola frase, casi no me atrevo a escribir: JESÚS ES
UN IMPOSTOR.
Lo
terrible es que para probar que no lo es, sino que es realmente el
HIJO DE DIOS, es el DIOS QUE SE HIZO HOMBRE Y POR ESO, ÉL SE DIFINIÓ
A SÍ MISMO COMO EL HIJO
DEL HOMBRE, tendríamos que recorrer todas las páginas de los
libros sagrados, desde el Génesis hasta el Apocalipsis.
No
tenemos tiempo, María, para leer ahora en pocos minutos, y escribir
un apretado resumen de todo lo que se ha afirmado allí.
LA VERDAD. ¿Cómo podríamos demostrar,
en unas pocas páginas, toda la grandeza divina de Jesús?
Muchas páginas del Antiguo Testamento, de los Profetas, de
los que escribieron poesías sobre el futuro Salvador de la
Humanidad y todas las páginas que se llaman del Nuevo Testamento,
nos presentan a un CRISTO SALVADOR, QUE REALIZA MILAGROS
EXCEPCIONALES, QUE PERDONA LOS PECADOS, COSA QUE SOLAMENTE EL DIOS
VERDADERO PUEDE HACER, QUE MUERE EN UNA CRUZ, QUE RESUCITA, QUE SUBE
AL CIELO DE FORMA VISIBLE, QUE ENVÍA EL ESPÍRITU SANTO, LA TERCERA
PERSONA DE LA DIVINIDAD. ¿Puede ser un ser como éste un IMPOSTOR?.
Lo
único que podemos realizar ahora, los cristianos, es pedir a Dios
perdón por los pecados y deslices de algunos que se proclaman
sabios.
TERRIBLES
PARA TI, MARÍA. Las consecuencias de esta enseñanza para Ti, Madre
querida, también serían horrorosas. Toda tu vida sería una
mentira. No serías la Madre de Dios, no podrías ser la
Omnipotencia suplicante, no podrías recibir el homenaje de las
multitudes que te alaban en todo el mundo.
Tú,
María, no hubieras podido improvisar aquella maravillosa Poesía,
que todos llamamos el Canto de las Vísperas. Tú dijiste o
recitaste, ante la alegre recepción de tu pariente Isabel y de su
hijo que todavía no había nacido, un cántico que dice así:
PROCLAMA MI ALMA LA GRANDEZA DEL SEÑOR, SE ALEGRA MI ESPÍRITU EN
DIOS, MI SALVADOR…DESDE AHORA ME FELICITARÁN TODAS LAS
GENERACIONES PORQUE EL PODEROSO HA HECHO OBRAS GRANDES POR MÍ.
Tampoco
el anciano Simeón hubiera podido, cantar, con el Niño Jesús, en
sus brazos: AHORA, SEÑOR, SEGÚN TU PROMESA, PUEDES DEJAR A TU
SIERVO IRSE EN PAZ. PORQUE MIS OJOS HAN VISTO A TU SALVADOR, A QUIEN
HAS PRESENTADO ANTE TODOS LOS PUEBLOS. LUZ
PARA ALUMBRAR A LAS NACIONES Y GLORIA DE TU PUEBLO ISRAEL.
Podríamos
escribir muchas cosas más. Porque toda la Iglesia Católica y todos
los grupos que dicen seguir a Cristo, serían la expresión de un
ENORME FRACASO.
Y
todos nosotros nos sentiríamos TRISTES Y AVERGONZADOS. SERÍAMOS
UNOS FRACASADOS, UNOS SERES DESORIENTADOS EN ESTA VIDA. No seríamos
ya capaces de afirmar que vivimos tranquilos, porque hemos
encontrado la VERDAD
Viviríamos
en la mentira. Pero no es así. Nosotros podemos cantar, alegres,
una canción que afirma: HE DECIDIDO SEGUIR A CRISTO, SIN RETORNAR.
YO QUIERO ANDAR LAS CALLES DE ORO CON JESÚS.
NOSOTROS,
con CRISTO, NOS SENTIMOS FELICES Y LLAMADOS A UNA EXISTENCIA ETERNA.
SOMOS
FELICES CON JESÚS QUE ES LA LUZ DEL MUNDO, EL BUEN PASTOR.
|