Solemnidad de la Inmaculada Concepción    Lc 1, 26-38

Padre José Ma. Solé Roma, O.M.F

 

Lc 1, 26-38

Muy oportunamente leemos en la Fiesta de hoy esta escena de Nazaret. Los mariólogos han encontrado en ella los mejores argumentos para probar el dogma de la Inmaculada Concepción:

-María es la 'Llena de gracia', es decir, la que a los ojos de Dios es toda pura y bella. La que personaliza a la 'Hija de Sión', con la cual concertará Dios la Nueva Alianza. Esposa tan bella que Dios le dice: ' ¡Qué hermosa eres, Amada mía, qué hermosa eres!' (Cant 4, 1). Y Ella le dice a Dios: 'Yo soy toda para mi Amado y hacia Mí tiende su anhelo' (Cant 7, 11). Es evidente que la belleza de que aquí se trata es la interior, la de la Gracia: Gratia pulcrificat, nos dice Santo Tomás (in Ps 25). María con mancha de algún pecado no merecería este saludo del Ángel.

-¡Contigo el Señor! ' Ya el Profeta había hablado de una aproximación maravillosa de Dios: 'Yahvé en medio de Ti (Sof 3, 16). El Ángel explica a María que Ella va a ser el Arca de la Nueva Alianza. El Hijo del Altísimo tomará carne en sus entrañas. Tal Madre debía ser del todo Inmaculada. Lo exigía el honor de tal Hijo. Lo exigía la función de tal Madre.

'La aparición de la Virgen en el mundo fue como la llegada de la aurora que precede al sol de la salvación; como el florecimiento sobre la tierra llena de fango de pecado, de la más hermosa flor que haya brotado en el lacio jardín de la humanidad; es decir, el nacimiento de la creatura humana más pura, más inocente, más perfecta, más digna de la definición que Dios mismo ha dado del hombre: Imagen de Dios, semejante a Dios' (Paulo VI: 8-XII-l969). 

-Y la Liturgia en la Fiesta de hoy celebra y profundiza el Misterio de la Inmaculada Concepción de María: Misterio de 'Pureza', de 'Belleza', de 'Victoria'. 

Qui (Deus) Beatissimam Virginem Mariam ab omni originalis culpae labe praeservasti, ut in ea, gratiae tuae plenitudine ditatam, dignam Filio tuo genetricem praeparares, et Sponsae ejus Ecclesiae sine ruga vel macula formosae signares exordium. 

Filium enim erat purissima Virgo datura, qui crimina nostra Agnus innocens aboleret; et ipsam prae omnibus tuo populo disponebas Advocatam gratiae et sanctitatis exemplar (Praef.).

Inmaculada y sin par Agraciada María: Para preparar al Hijo de Dios digna Madre. 

Para que la Esposa de Cristo, la Iglesia, fuera desde el principio toda hermosa. 

Para que el Redentor tuviera en María su digna Asociada en la obra redentora. 

Para que los hombres tuviéramos la más poderosa Abogada en el orden de la gracia, el modelo ideal en el orden de la santidad... 

 José Ma. Solé Roma, O.M.F,'Ministros de la Palabra', ciclo 'A', Herder, Barcelona 1979.

Fuente: homiletica.com.ar