La Virgen de San Juan

Autor:

 

San Juan tiene, en su evangelio, dos relatos importantes sobre la Virgen. El lugar en que los dos relatos están -al comienzo del libro de los signos y al final del relato de la Pasión- no es puramente accidental.

En el evangelio de Juan, las palabras tienen importancia en sí mismas, encerrando profundas verdades. Juan no es tanto un historiados, cuanto un teólogo que, apoyándose en los hechos de la historia, busca el significado que en ellos descubre la fe. todo su evangelio tiene un sentido sacramental.

Los dos relatos citados muestran una relación: María-Jesús, encuadrada en la "hora de Jesús", incluso la repetición de los términos "mujer" y "madre de Jesús" nos revelan su complementariedad.

En Caná, María aparece como aquella por quien se llega a Cristo, de la misma manera que por Ella vino Él al mundo: María es el medio por el cual Cristo dará a los hombres el "vino" de la Nueva Alianza.

Al pie de la Cruz, María es la imagen de la fidelidad en el seguimiento a Cristo, hasta el fin de la prueba, convirtiéndose, por expresa voluntad del Hijo, en madre de todos aquellos a quienes su muerte les engendra la vida. Al ser proclamada Madre del Discípulo Amado, anuncia una vez más a la Iglesia Madre de todos los Cristianos.

Dos cosas son evidentes en María: su compromiso -en unión con Cristo- al plan de salvación, y su fidelidad durante toda la vida, a medida que ese plan de salvación se va realizando, tanto en situación de gloria como de dolor.

Ahora su intercesión constante, motivada por el amor a los hermanos de su Hijo, es la que obtiene para los hombres los dones de la salvación enterna.

Fuente: Revista Juventud