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La familia, esperanza de la sociedad
Padre José María Martín, OSA
Lc
2, 41- 52
1. Se
suele decir que las fiestas navideñas son "entrañablemente
familiares". Para muchas personas Navidad es sinónimo de encuentro
familiar y de nostalgia por los seres queridos que ya no están
físicamente a nuestro lado. La familia permite el mejor y más
adecuado clima para el crecimiento y la madurez personal. ¿Cómo? Con
el amor y donación, que es el camino evangélico y de realización del
ser humano como persona y como creyente. El amor fue, es y será
siempre el alma de la familia. Pero vivir el amor es una asignatura
difícil de aprobar porque no consiste sólo en recibir, sino que es
entrega y sacrificio para hacer feliz al otro.
2- Vivimos en una época de cambios y transformaciones que han
afectado también a la familia. Hemos pasado de una familia
patriarcal-rural a una familia nuclear-urbana. Los padres se quejan
de que a veces la casa parece una pensión, los abuelos dicen que no
se les escucha y respeta como antes, hay muchos "niños llave" que
pasan muchas horas solos en casa o con su "cuidadora". ¿Está en
crisis la institución familiar? Parece ser que no, pues recientes
encuestas ponen de relieve que los españoles seguimos valorando
altamente la familia, que es una referencia esencial en nuestras
vidas.
3.- También la familia de Nazaret tuvo sus conflictos. María
pregunta al adolescente Jesús: "Hijo, ¿por qué nos has tratado
así?". Y El responde: "¿Por qué me buscabais, no sabías que yo debía
estar en la casa de mi Padre?". Diferentes formas de ver la vida se
pueden concluir de este episodio entre Jesús y sus padres. Pero lo
importante es buscar lo esencial, que perdura a lo largo del tiempo,
y saber distinguirlo de lo pasajero. María y José comprendieron
después a su Hijo. Porque sin duda en la familia de Nazaret reinaba
el amor, el diálogo y la tolerancia.
4.- La familia es "la esperanza de la sociedad", pero todos,
incluidas las autoridades públicas, hemos de trabajar en favor de la
familia, promoviendo medidas concretas en materia de vivienda,
apoyando a las familias numerosas, solicitando medidas laborales que
faciliten la convivencia y la educación de los hijos, ayudando
especialmente a familias marginadas, transmitiendo a los niños y
jóvenes valores auténticos frente a la superficialidad reinante,
apoyando a los ancianos para que puedan vivir una vida familiar
digna...... Comprendamos que el hogar es la primera escuela donde el
niño, que es como una esponja, "aprende" lo que observa en sus
padres, es el lugar privilegiado y primero de la iniciación en la fe
cuando "la vida familiar es vivida en el Señor". Valoremos el don
que hemos recibido con nuestra familia, demostremos amor y
agradecimiento a los nuestros y no sólo en Navidad…
Fuente:
betania.es
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