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Una Madre ¡Bien vale un año!
Padre Javier Leoz
Lc
2, 16-21
1.- No hay mejor forma de adentrarse en un nuevo año que caminando
de la mano de María y al compás del latido del corazón de la Virgen.
¡Cuántos aspectos y motivos recordamos en este día! ¡La paz; Año
Nuevo; Santa María, Madre de Dios!
¡Feliz Año Nuevo! Será feliz si, en los 365 días, sabemos dar con
aquellas razones que hicieron saltar de gozo y de felicidad a María:
¡Dios! ¡Sólo Dios! ¡Desde ahora me llamarán bienaventurada!
¡Feliz Año Nuevo! Será feliz si, en estos doce meses que ahora
iniciamos con esperanza y con tan buenos deseos, no dejamos que se
duerma en nosotros la gran noticia que estamos celebrando en estos
días: Dios ha bajado.y comparte nuestra suerte. ¿Seremos capaces de
hacer frente a “los nuevos Herodes” que intentan asediarle y
disuadirle de estar presente en nuestras conciencias, en nuestra
sociedad o en nuestras familias?
Santa María, Madre de Dios, es como un pórtico que se antepone a los
doce meses. Es como si, la Madre de Dios, nos estuviera diciendo:
“no tengáis miedo; yo voy por delante” “iniciad este nuevo año con
la cabeza bien alta; dejad atrás vuestras penas, defectos,
inquietudes.yo os acompaño”
Comenzamos este nuevo período del 2007. ¿Qué nos depararán estas
próximas semanas? ¡Sólo Dios lo sabe! Pongamos nuestro futuro en las
manos de María. Contemplemos a Jesús como lo que es: un hermano
mayor que nos ayudará cuando tropecemos; nos levantará cuando
caigamos y nos sonreirá cuando el éxito nos acompañe. ¿Acaso no ha
venido para compartir suerte?
2.- Esta fiesta, Santa María Madre de Dios, sigue estando presente
en el corazón de muchos creyentes. Resulta, cuando menos chocante,
paradójico y hasta sorprendente, cómo se acepta con cierta facilidad
el culto, las procesiones, fiestas o romerías a la Virgen y, por el
contrario, se vive de espaldas a lo que en Ella fue grande: Jesús y
su Reino.
La Fiesta de Santa María Madre de Dios nos urge a estar en paz con
María pero, sobre todo, la paz con María nos empeña a estarlo
también con Dios. La voluntad de María no es quedarnos
contemplándola a Ella, sino preocupados y entusiasmados a la vez por
dar gusto a Dios y de llevar a la práctica lo que Ella meditaba
tantas veces en su corazón: el plan de Dios.
¿Por qué no poner, con seriedad, a María como antecámara de este
nuevo año? ¿Nos proponemos el consagrarnos a Ella desde un acuerdo
implícito, ante nosotros, ante el ambiente que nos rodea y ante los
demás, de crecer –cristianamente hablando- para no perder peso
espiritual?
Sí; hermanos. ¡Nuevo Año con la mano y de la mano de María! Nos
escoltarán los problemas de siempre; desaparecerán amigos nuestros;
nos iremos lejos o cerca de Dios; nos traicionaremos a nosotros
mismos….pero Santa María, por ser Madre de Dios y Madre Nuestra, nos
aportará luz para encontrar el camino perdido; seguridad para
avanzar en el camino de la fe y esperanza para no echarnos atrás en
nuestra vivencia cristiana.
3.- Que Ella, Reina de la Paz, nos ayude no tanto a pedirla por los
pueblos que quedan lejos (aunque también) sino por la paz con
nosotros mismos; por la paz de los hijos de la Iglesia; por la paz
de las conciencias que andan revueltas y revuelven a los demás; por
la paz de las familias que viven en contienda por el “cuánto”; por
los jóvenes que encuentran en la violencia una diversión y no un
peligro; por la paz de los políticos, para que se serenen en sus
decisiones y sientan que no son padres de la patria y sí servidores.
¡Santa María, Madre de Dios! ¡Cuánto juego y contenido da y tiene
esta fiesta! Con Ella merece la pena adentrarnos sin temor ni
temblor en este nuevo año.
4.- ORACION ANTE UN NUEVO AÑO
Señor, finaliza un año pero he de reconocer que no todo termina en
mí.Comencé el primer día del 2006 con muchos deseos e inquietudes.
Ahora, cuando llego su tramo final, me doy cuenta que no todo lo que
me propuse he llevado adelante ni aquello que pretendí alejar de mí,
lo he vencido.Señor, se clausura un año pero, soy consciente de que
en algunas cosas, soy el mismo de ayer: Donde dije “quiero” he
puesto el “así soy”Donde me propuse “seré” ha ganado el “no lo
logré”Donde prometí un “cambiaré” ha dominado el “que cambien los
demás”Ahora, a punto de iniciarse un nuevo año, te confieso, mis
temores:¿Merece la pena el que alardee de aquello que no estoy
dispuesto a ofrecer?¿Tendré que pensarme mucho más mis deseos hacia
los demás y hacia mí mismo?¿Dejaré para otra ocasión, más consciente
y serena, la copa que rebosa de burbuja pero no de
sinceridad?¿Pensaré detenidamente si, abrazos y llamadas
telefónicasen los primeros minutos de la primera noche del año,
tendrían que ser más espaciadas para otras tantas donde no dedico un
solo instante? Ahora, cuando me dispongo a comenzar este nuevo año,
te pido, Señor:Que pongas verdad en mis palabrasQue hagas de mis
deseos un apostar con pasión por ellosQue me hagas ser realista a la
hora de valorar mis propias fuerzas y mediosQue olvide las fronteras
que, la difícil convivencia, levantó el año pasadoQue anteponga el
bien de los demás al mío propioQue supere, pero que no olvide, mis
errores del pasadopara que así pueda aprender de ellos. Y que, Santa
María, que como Madre, mejor me conoceme ayude a vivir con alegría y
con juventud de corazóneste año 2007 por el que te bendecimospor el
que te damos graciasen el cual te queremos presentey ante el cual se
abren como siempre tantos temores.¡Feliz Año 2007, Señor!¡Feliz Año
Nuevo Santa María!¡Felices días nuevos, hermanos!
Fuente:
betania.es
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