Milagro de Caná

 

Padre  José Ma. Solé Roma (O.M.F.

 

Jn 2, 1-11

Notemos en esta escena tan conocida del milagro de Caná:

- En el marco de un milagro histórico San Juan nos da la teología; por eso lo denomina: “Signo”.

- En “Signo” de la “Purificación” verdadera que Jesús-Mesías trae. La Ley de Moisés no podía dar sino purificación ritual (v 6). La sangre de Cristo (= su Hora) nos dará la pureza y santidad ante Dios. Es “Signo” de la “Renovación”. El agua mudada en vino significa la Renovación radical que trae el Mesías. Y es “Signo” de la “Efusión del Espíritu Santo”. Cuando llegue “su hora” nos dará en Sacramento de convite, bajo signos de pan y vino, su gracia: “El Espíritu Santo” (cfr. Lc 22, 18). La “HORA” de Jesús es su Pasión-Glorificación. De esta HORA nos dejará Jesús como perenne memorial el Sacramento de la Eucaristía. Y ahora Jesús, a petición de su Madre, anticipa el Milagro que es signo e imagen muy adecuada de su HORA. Amós predijo de los días mesiánicos: “Los montes gotearán vino nuevo. Y todos los collados lo destilarán” (7, 13).

- San Juan, siempre teólogo, nos indica el papel de María en la obra de Cristo. Maria es la “Mujer” de Gn 3, 15, la Nueva Eva asociada al redentor: a su Obra: a su Hora (2, 4; 19, 21). Ella interviene como intercesora y mediadora, asociada siempre y de modo singular y único a Jesús-Mesías. Operi Salvatoris singulari prorsus modo cooperata est… Mater Redemptoris cum Ipso et sub Ipso misterio redemptionis inserviens (LG 56).

- El convertido André Frossard nos dice: “Si toda mujer es mediadora nata, mediadora de hecho y mediadora por vocación, ¿por qué extrañar que en la obra Salvífica la Mujer asociada al redentor sea la Mediadora de nuestra salvación?”.

*Aviso: El material que presentamos está tomado de José Ma. Solé Roma (O.M.F.),'Ministros de la Palabra', ciclo 'C', Herder, Barcelona 1979.

Fuente: homiletica.com.ar