Santo Tomás de Aquino

Santiago Venegas Caceres

 

Santo Tomás de Aquino, Doctor de la iglesia católica, nació en Italia, cerca de Nápoles en el mes de marzo de 1225. Hay muchos episodios de su vida que se han convertido en leyenda. Santo Tomás de Aquino fue muy devoto de la Virgen María. Uno de sus biógrafos narra que un día la nodriza que tenía a cargo su crianza, vio que tenía un papelito en la mano y se lo quiso quitar, pero el niño echándose a llorar se resistió tanto que el ama no tuvo más remedio que dejárselo.

Se encontraba presente su madre, llamada Teodora, y, movida por la curiosidad quiso saber lo que contenía aquel papelito y a la fuerza se lo arrancó de su tierna mano.

Abrió el papel y vio en él escritos estas palabras: “Ave María”. El niño entre tanto lloraba amargamente y, para acallarle, su madre se lo devolvió. Entonces Tomasito se lo metió en la boca y se lo tragó. Todos los que presenciaron este suceso comentaron que Tomás sería muy devoto de María Santísima y, por cierto, que no se equivocaron.

Frecuentemente la invocaba diciendo: “Trono de la Sabiduría. Rogad por nosotros”. De sus predicaciones cuaresmales en Nápoles, en 1273, se han recogido en un opúsculo la explicación que hizo el santo sobre el Avemaría.

A la Virgen le pedía que le consiguiera la asistencia del Espíritu Santo y en verdad que la obtuvo, porque uno de los más preciosos regalos que Nuestra Señora le concede a sus devotos es una gran infusión del Espíritu Divino. 

Una de las gracias más preciosas que la Virgen obtuvo para Santo Tomás fue una gran fortaleza para mantenerse totalmente casto hasta el último momento de su vida. A Ella le había consagrado su pureza, y Ella lo ayudó a mantenerse fiel. La Virgen se le apareció varias veces. Por todo lo indicado se lo ha dado en llamar el favorecido de María.

En la biblioteca Vaticana de Roma se encuentra uno de sus manuscritos. En él encontramos algo sorprendente y digno de admiración. A través de todo el texto, sin relación alguna con lo que sigue se encuentran diseminadas estas dos palabras: “AVE MARÍA”. Se dice que Santo Tomás las escribía cuantas veces se veía precisado de inspiración y ayuda de lo alto. A la asistencia de la Virgen seguramente se debe su monumental obra la “Suma Teológica” compuesta por 14 tomos.

El “Doctor Angélico”, el 7 de marzo de 1274, a la edad de 49 años entró a la gloria del Señor.

Fuente: Reina Señora y Madre. Santiago Venegas Caceres