Juan Pablo II, el Papa de los Jóvenes

Manuel A. Cornelio Utrilla

 

Una de las grandes paradojas de los más de 26 años de pontificado de Karol Wojtyla, es, sin lugar a dudas, la magnifica relación que mantuvo siempre con los jóvenes del mundo, hay todavía quien no se puede explicar como un hombre de edad avanzada y enfermo, tenia ese poder, esa capacidad, de convocar e inspirar a millones de jóvenes a participar en las Jornadas Mundiales de la Juventud, llegando a tener, en el jubileo del año 2000, a 3 millones de jóvenes en Roma. 

Este poder de convocatoria se vio manifestado de manera sorprendente en los días posteriores a su triste deceso, pues, a sus funerales, asistieron millones de jóvenes provenientes de diversas partes del mundo; se les veía desfilar en grupos tipo scout a jóvenes de diferentes, nacionalidades, idiomas, tinción de piel… en fin jóvenes con, aparentemente, muchas diferencias, pero teniendo algo muy grande en común: el gran afecto, la gran empatía que sentían por Juan Pablo II. 

Los jóvenes acudían a cada llamado de Juan Pablo II, en una magnitud tal, que los grandes estudiosos de la demografía mundial han catalogado estos movimientos como el “Fenómeno Juan Pablo II” y a los fieles seguidores de él como los papa boys [1]. Término que, por cierto, ha sido muy bien aceptado entre los seguidores de Juan Pablo II… inclusive toman como un halago que alguien se los diga. 

Juan Pablo II no solo fue el Papa de los jóvenes, fue también “el Papa que se mantuvo Joven por siempre” como le han dicho algunos de sus más fieles seguidores, pues consideraban a Juan Pablo II uno más de ellos, y esto era recíproco, pues Su Santidad, a pesar del cansancio físico y todas las enfermedades que lo aquejaban, siempre mantuvo el corazón, la actitud y el pensamiento de un joven, pues como el mismo decía “quien vive con los jóvenes se transforma en joven”; y si bien dicen que la verdadera juventud es la que da Dios mismo, no la de la edad [2] , entonces él era aún un joven. Dedicó gran parte de su pontificado a la atención de los jóvenes, lo cual uno puede apreciar desde la inauguración de su pontificado cuando dijo a los jóvenes “Vosotros sois la esperanza de la Iglesia y del mundo, vosotros sois mi esperanza” [3]. 

Fue Karol Wojtyla el Papa que conoció, vivió y sintió los grandes temores y luchas de la juventud, y supo ganarse todo el afecto y confianza de los jóvenes del mundo entero, con toda esa lozanía que demostraba en las Jornadas Mundiales de la Juventud cantando, aplaudiendo, inclusive siendo espontáneo como en la JMJ del año 2000 que al final de la noche dijo: “Bueno ¿y ahora que hacemos?”, a lo que los jóvenes respondieron con muestras de cariño que gritaban en todos los idiomas. Juan Pablo II mantuvo el mismo vigor y entusiasmo en las diecinueve JMJ que se celebraron durante su pontificado, desde la primera (Domingo de Pascua de 1986 en Roma) hasta la ultima que contó con su presencia (Domingo de Ramos del 2004 en la Plaza de San Pedro, también en Roma), y ya esperaba con ansia la vigésima JMJ que se celebrará este año en Colonia, Alemania, en la cual aunque no este físicamente, de corazón siempre estará con todos aquellos que participen en las JMJ. 

Fue el Papa que mejor a podido transmitir su mensaje a los jóvenes del mundo, pues sus mensajes eran exigentes como cuando decía “que nadie os gane en la búsqueda de la justicia en la promoción de la paz en el compromiso de la fraternidad y solidaridad” [4]. También eran mensajes de reto con los que logro hacer reflexionar a miles de jóvenes inclusive acercarlos a la vida religiosa y sacerdotal como cuando decía “No tengáis miedo de ser los santos del nuevo milenio” [5] ; pero eran también mensajes muy bien estructurados y dichos de tal manera que lograban tocar los puntos más sensibles de la naturaleza humana. Además todos los jóvenes veían en el predicador de estos mensajes a una persona inquebrantable y fuerte en su fe, que predicaba en gran medida con el ejemplo de su propia vida. Predicando de esta manera Juan Pablo II logró llevar de la mano a la juventud mundial hacia el tercer milenio; iluminado por la luz de Cristo [6], logró hacer que los jóvenes regresaran y recuperaran una fe que se estaba perdiendo: esto se puede ver en la forma que seguían a Juan Pablo II jóvenes que afirmaban nunca iban a misa los domingos. Ahora, después de Juan Pablo II, será una enorme labor para la Iglesia poder mantener la confianza y la atención de toda esta juventud que veía en el Papa a un amigo, a una persona que les inspiraba confianza, a uno de ellos. 

Fue Karol Wojtyla una persona jovial y carismática, fue el hombre, el líder mundial, el que contribuyó a la Caída del Muro de Berlín y del comunismo, fue el filosofo, el Papa Grande, el Papa de los Récords, el Papa Viajero, pero, sobre todo y ante todo, Karol Wojtyla fue, es y será ¡¡Juan Pablo II, el Papa de los Jóvenes!!. 

Notas: 
1. Neologismo que denomina a los jóvenes entre 15 y 30 años que son seguidores de Juan Pablo II 
2. La Verdadera Juventud, Jubileo de los Jóvenes 1984 
3. Juan Pablo II, Inauguración de su Pontificado 22-10-1978 
4. Juan Pablo II, Discurso de la vigila de la JMJ en Toronto 27-7-2002, 6. 
5. Juan Pablo II, Discurso de la JMJ en Roma 2000. 
6. P. Raul Revello, Discurso a estudiantes de la UCA, Buenos Aires, abril del 2005 

Fuente: materunitatis.org