El Papa esta enfermo

José Fajardo Paz


Dicen que el Papa está enfermo,
que debiera retirarse;
o al menos no mostrarse,
estando ya tan anciano;
que no es derecho ni humano
el que trate de esforzarse.

Cae mal en esta cultura
que idolatra la belleza,
que rechaza la certeza
del deterioro y la muerte,
y siguiendo de esta suerte,
tiene hueca la cabeza.

El ser viejo es un estorbo.
Lo mejor es apartarlos.
Es conveniente internarlos,
verlos lo menos posible, 
y evitar, alma sensible,
el esfuerzo de cuidarlos.

Le cuesta mucho a este mundo
ver las cosas cara a cara.
La verdad es cosa rara,
se prefiere la ilusión,
perdiendo así la ocasión
de tener la mente clara.

Y el Pontífice Romano,
va en contra de la corriente:
No se esconde de la gente,
tampoco siente vergüenza,
y no habrá quien lo convenza
de hacer algo diferente.

La vida es para gastarla,
haciendo lo que Dios quiere.
Así cuando uno se muere,
haciendo este buen trabajo,
el mismo Dios que lo trajo,
la eternidad le confiere.

Estoy leyendo la Biblia,
y veo a un par de ancianos.
Nos dice que son hermanos.
Son viejos, debo entenderlos,
pero habrá que detenerlos:
Algo traen entre manos.

Tal vez sea falsa alarma;
quizá vayan al asilo,
o a pasear cerca del Nilo
Pero...¡Yo tenía razón!
Van a hablar con el Faraón,
¡Y ahora Egipto está en vilo!

Porqué alguien no les dice,
que estén quietos en la vejez.
Que el desierto provoca estrés;
y puede hacerles mucho daño,
pues Moisés tiene ochenta años,
y Aarón tiene ochenta y tres.-*