Cada 19 de marzo, en nuestro medio, celebramos el día del padre, el día de nuestros padres, el día de aquella persona que nosotros los hijos lo consideramos como nuestro ejemplo y modelo para nuestra vida personal; ¿Qué diríamos de nuestro gran modelo de padre para todos los cristianos? José de Nazaret, ciertamente es nuestro gran modelo que nunca ha pasado ni pasará de moda, como dice el Papa Juan Pablo II en la Redemptoris Custos : “Esta plegaria y la figura de José adquiere una renovada actualidad para la Iglesia de nuestro tiempo” (RC. 32).

A lo largo de la Historia de la Iglesia se le ha dado diferentes designaciones a la paternidad de san José, para nosotros, como lo manifiesta expresamente la Redemptoris Custos en el número 7 “Y también para la Iglesia, si es importante profesar la concepción virginal de Jesús, no lo es menos defender el matrimonio de María con José, porque jurídicamente depende de este matrimonio la paternidad de José” y es que, continua la exhortación tomando las palabras de san Agustín: “En los padres de Cristo se han cumplido todos los bienes del matrimonio: la prole, la fidelidad y el sacramento. Conocemos la prole, que es el mismo Señor Jesús; la fidelidad, porque no existe adulterio; el sacramento porque no hay divorcio”.

Dios mismo es quien modela el corazón del hombre (cfr. Sal. 32, 15) no hay duda que puso en el corazón de san José los sentimientos más altos de la paternidad, es decir, todo el amor que le entregó a su esposa y a su hijo. Podemos afirmar sin lugar a equivocarnos que es a partir de la Sagrada Familia de Nazaret que se puede hablar del verdadero amor conyugal, ya que en el Antiguo Testamento no se hace mención de forma abierta a este tema. Expresión de este amor, es toda la dedicación que san José ha dedicado a sus dos grandes amores Jesús y María.

En nuestro tiempo actual en el que tanto se habla de “paternidad responsable” si solamente nos acercáramos a este gran modelo de “padre” no perderíamos el tiempo en tantas exposiciones y discursos que lo que hacen es desviar el verdadero sentido de la responsabilidad que tienen los padres para con los hijos; san José, sin lugar a duda, enseñó a Jesús todo lo referente a la historia de la salvación, así también lo preparó para la vida dándole un oficio específico, el de carpintero. La vida de Jesús niño y adolescente está fuertemente marcado por la educación que le dio san José.

En este día de gran júbilo para los papás, le deseamos muchas felicidades y que el padre virginal de nuestro Salvador interceda por cada una de ustedes y les colme de todas las gracias necesarias para cumplir con el sagrado deber de PAPÁ.

* Jesús, José y María os doy el corazón y el alma mía,
* Jesús, José y María asistidme en mi ultima agonía,
* Jesús, José y María en Vos descanse en paz el alma mía,