San Joaquín y Santa Ana 

 

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SANTOS JOAQUIN y ANA, del hebreo, "Dios dispondrá" y "benéfica", respectivamente (? a. C.). Padres de la Santísima Virgen Maria. Los evangelios apócrifos asignaron estos nombres a los padres de la Santísima Virgen María y, por tanto, abuelos de Jesús. La tradición nos dice que era un matrimonio dedicado a las labores del campo y, por no tener hijos, sus ofrendas en el templo de Jerusalén eran rechazadas. En esa época era una afrenta no engendrar hijos; sin embargo, eran piadosos y compartían sus ganancias con los pobres. Dedicados a la oración pidieron devotamente a Dios su auxilio para engendrar un hijo. Ana ya era de edad avanzada, pero Yahvé permitió que diera a luz una niña, que sería la Madre del Redentor, a quien llevaron al Templo para consagrarla a Dios. Esta veneración se extendió hasta el siglo XI. Desde 1978, Pablo VI unió en esta fecha las dos celebraciones que habían sido en agosto 16 (Joaquín) y julio 26 (Ana). Iconografía: ambos con vestuario de época, generalmente con María niña. 

Fuente: Diócesis de Queretaro, México