San José de Cupertino

Santiago Venegas Caceres

 

San José de Cupertino, nació el 17 de junio de 1603 en Cupertino- Italia. Cuando tenía ocho años le apareció una rara enfermedad en la nalga; una inmensa llaga “grande como un sombrero”. Pasaron cinco años y no se curaba. Su madre desesperada, no sabiendo que hacer porque su chico se moría, lo llevó al Santuario de “Santa María de las Gracias” en Galatone. Llegados al lugar, después de invocar a la Virgen, el ermitaño que los acompañaba, le untó la herida a José con unas gotas de aceite recogida de la lámpara que ardía ante la Virgen. El efecto fue inmediato. La Virgen lo había curado.

Antes de cumplir los 22 años no sabiendo que hacer ni a quién acudir, pasaba largas horas en el Santuario de “Santa María de la Grottella”, delante de la imagen de la Virgen, quejándose amargamente de su suerte:

“Todos me echan... Todos me insultan... Todos se burlan de mí... ¡mis propios familiares!... mi madre también...! ¿Qué será de mí? ¿Qué hacer?... ¡Señor, en tus manos, entrego mi destino! ¡Virgen María, sálvame y ayúdame!”.

Siendo sacerdote dirá:

“Me entregué a la devoción de la beatísima Virgen, quién continuamente me hizo gracias”.

Exhortaba a los peregrinos con estas palabras:

“Cuándo quieran algo, confíen en Dios y recurran a la Virgen, mi Madrecita, y no desconfíen, ya que mi Madrecita los ayudará en todos los apuros”.

A partir del mes de agosto de 1663, empezó a debilitarse. En el lecho de muerte le dice a la Virgen:

“Virgen, yo me he entregado a ti como hijo desde mi nacimiento, en todos los años de mi vida me he hecho siervo tuyo, y te he dado sólo a ti las llaves de mi alma”.

Finalmente el 18 de septiembre, después de rezar las letanías de la Virgen, expiró muy sonriente este gran enamorado de la Virgen, a quién, siempre en vida le cantó:

“Salve Reina, rosa sin espina
Hija de amor, Madre del Señor.
Ruega por mí, que no muera pecador”.

Sus últimas palabras fueron dirigidas a la Virgen: “Muestra que eres mi madre”

El Papa Benedicto XIV lo beatificó en 1753. Clemente XIII lo canonizó en 1767.

Fuente: Reina Señora y Madre. Santiago Venegas Caceres