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Reflexiones
Marianas
Libro:
"Amigos de Dios
San
Josemaría Escrivá de Balaguer
Madre de Dios, Madre nuestra
Sigamos
nosotros ahora considerando este misterio de la Maternidad divina de María,
en una oración callada, afirmando desde el fondo del alma: Virgen, Madre
de Dios: Aquel a quien los Cielos no pueden contener, se ha encerrado en tu
seno para tomar la carne de hombre.
Mirad lo que nos hace recitar hoy la liturgia: bienaventuradas sean las
entrañas de la Virgen María, que acogieron al Hijo del Padre eterno.
Una exclamación vieja y nueva, humana y divina. Es decir al Señor, como se
usa en algunos sitios para ensalzar a una persona: ¡bendita sea la madre
que te trajo al mundo!
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